Volver
Hojas de Guindillo

Ascuas encendidas, con la luz última que las atraviesa de lado a lado, estas hojas de Guindillo entibian la tarde de invierno con sus colores sangre.

De un amarillo encendido, la luz invernal, suave y difusa, vibra dentro de esta hoja. Qué bella manera de morir, con tanta poesía sublime.

De un amarillo encendido, la luz invernal, suave y difusa, vibra dentro de esta hoja. Qué bella manera de morir, con tanta poesía sublime.

En tanto se marchita, esta hoja de Guindillo, pende, literalmente, de un hilo, pronta a precipitarse a su muerte. ¡Con qué mustia belleza se va desprendiendo de la rama que supo hacerla crecer!

En tanto se marchita, esta hoja de Guindillo, pende, literalmente, de un hilo, pronta a precipitarse a su muerte.

¡Con qué mustia belleza se va desprendiendo de la rama que supo hacerla crecer!

Se dijera editada esta fotografía, para lograr semejantes rojos rubí, pero aquí se muestra tal cual fue capturada por la cámara. Es como si, dentro de la hoja moribunda, se fermentase un exquisito y profano vino. Es como si se volviera de carne, y fluyera sangre inmolada por sus venas.

Se dijera editada esta fotografía, para lograr semejantes rojos rubí, pero aquí se muestra tal cual fue capturada por la cámara.

Es como si, dentro de la hoja moribunda, se fermentase un vino exquisito y profano. Es como si se volviera de carne, y fluyera sangre inmolada por sus venas.

Volver