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En la esquina inferior izquiera de esta fotografía, se ve a un Maytén, prendido de una pared de granito vertical, apenas una mancha verde en medio de un mar gris. Abajo, por entre los dos paredones gigantes que se cruzan, corre un arroyo. En el paredón del frente, se hacinan unos Tabaquillos, hirsutos y crespos como la barba intonsa de un endriago descomunal.
En la esquina inferior izquiera de esta fotografía, se ve a un Maytén, prendido de una pared de granito vertical, apenas una mancha verde en medio de un mar gris. Abajo, por entre los dos paredones gigantes que se cruzan, corre un arroyo. En el paredón del frente, se hacinan unos Tabaquillos, hirsutos y crespos como la barba intonsa de un endriago descomunal.  
Cortado contra el cielo profundamente azul, este Maytén crece suspendido de una pared lisa y vertical, apenas sus raíces asidas de un puñado de tierra que los vientos, lentamente, depositaron.
Cortado contra el cielo profundamente azul, este Maytén crece suspendido de una pared lisa y vertical, apenas sus raíces asidas de un puñado de tierra que los vientos, lentamente, depositaron.
Otra vista del mismo Horco Molle. ¿No te maravilla que pueda arrostrar, allá arriba, los vendavales enfurecidos de la montaña, y que no se haya caído aún?
Otra vista del mismo Horco Molle. ¿No te maravilla que pueda arrostrar, allá arriba, los vendavales enfurecidos de la montaña, y que no se haya caído aún?
Es una lástima que la fotografía no pueda representar con fidelidad las dimensiones de la quebrada donde este Maytén desafía victorioso las leyes de la gravedad. Te sorprendería saber el tamaño colosal, la altura vertiginosa, de estas moles de granito. Inspiran respeto y reverencia.
Es una lástima que la fotografía no pueda representar con fidelidad las dimensiones de la quebrada donde este Maytén desafía victorioso las leyes de la gravedad. Te sorprendería saber el tamaño colosal, la altura vertiginosa, de estas moles de granito. Inspiran respeto y reverencia.
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