Tintitaco Prosopis torquata

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¡Cuán compleja tu biología Tintitaco! ¡Cuánto se esconde al ojo desnudo! No dejes de observar los intrincados detalles de las flores del Tintitaco. Luego, cuando cuajen, el fruto es cual resorte: se retuerce sobre sí mismo, lo que permite diferenciar la especie con facilidad.
Inflorescencia del Tintitaco. Cuando está en flor, estas espigas de oro se doran con el sol de la tarde, y todo el monte no parece sino salpicado de borlas de oro.
Lo que a simple vista parece ser una sola flor, en realidad se trata de un conjunto de flores agrupadas. En este acercamiento con el lente macro se echa de ver cada flor.
La hoja del Tintitaco es compuesta, bipinnada y paripinnada.

Tintitaco

El Algarrobo Retorcido

Proposopis torquata

Leguminosas

He aquí otro arbolillo ignorado y desdeñado, cuyo nombre, aunque sonoro y alegre -parece la onomatopeya de una campanilla serrana- siquiera es conocido, ofuscado tal vez por la fama de otros árboles a quienes se parece en extremo, y con quienes es comúnmente confundido, como el Espinillo y la Tusca. Robada su identidad, condenado a un anonimato injusto, este pobrecillo sólo campea en los cerros intonsos, donde el monte, aún bravío y recio, alberga especies raras y escasas que escapan de la hoja filosa del hacha y de la avidez insaciable del ganado. Sólo cuando madura el fruto, que es una vaina retorcida en espiral, cual resorte, es que este proscrito cobra4e identidad propia, y no es equivocado por el ojo novicio con otras especies con quienes comparte cierta semejanza.

El Tronco

Sin embargo, en lo que en apariencia es un árbol más, si lo observamos con más detenimiento, podremos observar muchas cualidades únicas que lo distinguen y hacen especial. El tronco, tortuoso y surcado de hondas grietas verticales, es negruzco, cual si se hubiera quemado. Promediando la primavera, el tronco contrasta vivamente con las hojas nuevas que esplenden encendidas de un verde luminoso, intenso y vibrante, que no parece sino pintado en medio del paisaje serrano. El tronco es escueto, estriado verticalmente, y alcanza a lo sumo, en ejemplares añosos, 20 cm. de diámetro. Las ramitas son cortas, ascendentes y quebradizas, cual si estuvieran secas. Las espinas son estipulares, y tienen 2 cm. de longitud, aunque puede haberlas más largas. La alzada rara vez supera los 3 metros, alcanzando por lo general hasta dos metros de altura.

La Hoja

La hoja del Tintitaco es compuesta, bipinnada y paripinnada. Nacen en ramillete, unas junto a otras. La hoja está compuesta por un par de pinnas, de 3 cm. de longitud y 8 mm. de ancho. Esta particularidad distingue a nuestro Tintitaco: que siempre la hoja está compuesta por un par de pinnas, ni más ni menos. De aquí que el reconocimiento de la especie sea fácil: la hojas brotan de un misma yema, en ramillete, y siempre con dos pinnas, formando pares perfectos. Vistas de arriba, por la manera en que se disponen unas respecto de otras, semejan estrellas. El pecíolo mide unos 5 mm.

A su vez, cada pinna consta de entre 26 y 29 pares de foliolulos de hasta 4 mm. de longitud cada uno en su ancho mayor, ya que a medida que la hoja se aleja del pecíolo, la longitud de los foliolulos se abrevia. Como dijimos, por lo general, la cantidad de foliolulos varía entre 26 y 29 pares, pero no es siempre exacto el número, pudiendo a veces ser más y otras menos

El follaje es perenne.

El Fruto

El fruto es una vaina contorneada, comprimida, que se retuerce sobre sí misma, cual resorte en espiral, haciendo en la salida de campo unívoco el reconocimiento de la especie. La semilla germina con facilidad, y el crecimiento de la especie es relativamente veloz.

La Flor

Las flores, amarillas y hermafroditas, se agrupan en espigas, muy parecidas a las del Algarrobo, aunque más cortas. Florece en primavera.


Día de Escuela

Ronco el maestro truena.
Bostezos en el aula.
Apenas son las diez.
La clase nunca acaba.

Allá, ¿estarán los pájaros cantando
Como cantando están esta mañana
En los vetustos pinos,
En la palmera alta y la fuente clara?
¿Estará algún aura meciendo apenas
Un blando ruido de hojas y de ramas
En su fino follaje?
Algún sonido de agua
Habrá que suene manso
Y humilde, como el que la fuente manda,
Y que se oye en el patio,
Y en la abierta ventana.

Escribe algo el maestro
Con una tiza blanca.
De mil guarismos que ninguno entiende
Llena está la pizarra.
Apenas son las diez.
¡Cuánto, cuánto se tarda la campana!

Estará el aire algo tibio y fragante
De rústica Lantana.
Habrá algún cerro azul
De una cima tan alta,
Que aun con ser verano
Toda nevada esté de nubes blancas,
Y más cerca, otro verde,
Teñido de hojas glaucas.

Ronco el maestro truena.
Bostezos en el aula.
Las doce da el reloj.
La clase nunca acaba. 

Tintitaco

¡Cuán compleja tu biología Tintitaco! ¡Cuánto se esconde al ojo desnudo! No dejes de observar los intrincados detalles de las flores del Tintitaco. Luego, cuando cuajen, el fruto es cual resorte: se retuerce sobre sí mismo, lo que permite diferenciar la especie con facilidad.



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