Volver
Fruto del Piquillín, en su madurez plena.

Los colores negro, rojo y naranja son los más comunes. El amarillo, como en este caso, es menos frecuente.

Fruto del Piquillín, en su madurez plena.

Los colores negro, rojo y naranja son los más comunes. El amarillo, como en este caso, es menos frecuente.

El Piquillín es famoso por su fruto comestible, dulce y sabroso, con el que se hace arrope. 

Aquí, un ejemplar que, pródigo, está colmado de fruto, para fruición de los pájaros.

El Piquillín es famoso por su fruto comestible, dulce y sabroso, con el que se hace arrope.

Aquí, un ejemplar que, pródigo, está colmado de fruto, para fruición de los pájaros.

Son las cinco de la tarde, en una hermosa tarde de Enero, y este Piquillín reboza de frutos ya maduros.

Ingeniosamente, cuando el fruto está inmaduro y, por lo tanto, la semilla no está en condiciones de germinar, el Piquillín lo pinta de color verde, para que, confundido con el follaje, los pájaros no lo noten. Luego, cuando el fruto madura y ya la semilla que aloja está lista para germinar y engendrar otro árbol, entonces lo pinta de un rojo intenso, vibrante y gritón, que anuncia a viva vo

Son las cinco de la tarde, en una hermosa tarde de Enero, y este Piquillín reboza de frutos ya maduros.

Ingeniosamente, cuando el fruto está inmaduro y, por lo tanto, la semilla no está en condiciones de germinar, el Piquillín lo pinta de color verde, para que, confundido con el follaje, los pájaros no lo noten. Luego, cuando el fruto madura y ya la semilla que aloja está lista para germinar y engendrar otro árbol, entonces lo pinta de un rojo intenso, vibrante y gritón, que anuncia a viva voz que el fruto está ahí, listo. Imposible no verlo.

El Piquillín debe competir con otras especies para llamar la atención de los dispersores de su semilla, y así poder perpetuar su linaje en el tiempo. 

Ofrecer un fruto dulce, sabroso y jugoso, publicitado por un color rojo intenso que contrasta vivamente con el verde opaco de sus hojas y el gris ceniciento de su ramaje, es su estrategia para ser competitivo en un mercado lleno de competidores que pujan por captar la atención y atraer a los mismos pájaros.

El Piquillín debe competir con otras especies para llamar la atención de los dispersores de su semilla, y así poder perpetuar su linaje en el tiempo.

Ofrecer un fruto dulce, sabroso y jugoso, publicitado por un color rojo intenso que contrasta vivamente con el verde opaco de sus hojas y el gris ceniciento de su ramaje, es su estrategia para ser competitivo en un mercado lleno de competidores que pujan por captar la atención y atraer a los mismos pájaros.

Volver