Aquí el sendero hace una curva, custodiado por estos soberbios Orcos Quebrachos, incansables centinelas.
Este Orco Quebracho joven se eleva, con su fuste recto y enhiesto. Pronto será un ejemplar magnífico.
Estos Orcos Quebrachos se recortan, erguidos, contra un cielo profundamente azul, con sus ramas pronunciadamente ascendentes.
Una fabulosa vista, desde el sendero que trepa. Hasta donde se pierde la vista, sólo sierras y sierras.