La rama tierna brota tinta de un color entre rojizo y violeta. Es flexible y tierna. Luego, con la edad, se vuelve más leñosa y quebradiza.
La hoja también revienta con unos hermosísimos tonos morados y colorados que, cuando la luz del sol los hiere, despiden un rojo sangre, como si un pequeño corazón estuviese latiendo, dentro, en el tronco escueto.