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Este tronco de Quebracho Blanco se levanta, trepado por una enredadera. 

El tronco crece derecho, haciendo sombra a los árboles que crecen debajo, como Garabatos Machos y Hembras.

Este tronco de Quebracho Blanco se levanta, trepado por una enredadera.

El tronco crece derecho, haciendo sombra a los árboles que crecen debajo, como Garabatos Machos y Hembras.

Es inconfundible, en la salida de campo, el reconocimiento de la especie por el tronco, cuya corteza, en los árboles adultos, se encuentra surcada por hondas grietas y surcos, de hasta 2 cm. de profundidad, siendo al tacto rugosa, áspera y recia. Cuando el viento sopla fuerte y el árbol entero se mece, suelo tocar el tronco con la palma de la mano, y siento las fuerzas que dentro se contienden, y a veces incluso, se oye un extraño ruido que viene de adentro del tronco, y bajo mis pies la tierra

Es inconfundible, en la salida de campo, el reconocimiento de la especie por el tronco, cuya corteza, en los árboles adultos, se encuentra surcada por hondas grietas y surcos, de hasta 2 cm. de profundidad, siendo al tacto rugosa, áspera y recia. Cuando el viento sopla fuerte y el árbol entero se mece, suelo tocar el tronco con la palma de la mano, y siento las fuerzas que dentro se contienden, y a veces incluso, se oye un extraño ruido que viene de adentro del tronco, y bajo mis pies la tierra treme un poco.

Con apenas quince cm. de altura, este pequeño Quebracho Blanco lucha para sobrevivir. Cuando menos cien años deben pasar para que se convierta en un adulto ostentoso y corpulento como los que se ven  camino a Cruz del Eje y en Villa de Soto.

Con apenas quince cm. de altura, este pequeño Quebracho Blanco lucha para sobrevivir. Cuando menos cien años deben pasar para que se convierta en un adulto ostentoso y corpulento como los que se ven camino a Cruz del Eje y en Villa de Soto.

He aquí un Quebracho Blanco que tiene apenas un par de meses. Su fragilidad en esta instancia es muy grande. Sus probabilidades de llegar a ser un ejemplar añoso son mínimas.

He aquí un Quebracho Blanco que tiene apenas un par de meses. Su fragilidad en esta instancia es muy grande. Sus probabilidades de llegar a ser un ejemplar añoso son mínimas.

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